Justo en estos días me encontraba leyendo sobre el cambio que ha tenido el mundo del mercadeo y la publicidad, en los últimos años, en donde las marcas han tenido que dejar de hablar y hablar para empezar a demostrar con actos lo que está comunicando. Hoy me encontré con un ejemplo que le pega al perrito con toda.
WWF o World Wide Fund for Nature (Fondo Mundial para la Naturaleza), como su nombre lo dice, es una empresa dedicada a la preservación de la naturaleza a nivel mundial. El pasado 30 de Noviembre, en Alemania, lanzaron su campaña: WWF, un archivo que salva árboles.
wwf, es básicamente un archivo pdf que no puede ser impreso. En el momento está solamente disponible para MacOX, pero la versión de Pc se encuentra pronta a aparecer. Para descargarlo, sólo es ingresar a: http://www.saveaswwf.com/
Esta iniciativa responde al ya conocido problema mundial de desperdicio de papel que se ha venido agravando en el mundo empresarial. Según la WWF, 1.410 hojas de papel son desperdiciadas por persona al año en impresiones innecesarias. Así mismo, 13 millones de hectáreas de bosque desparecen cada año, un área del tamaño de Grecia.
Nunca he sido la más adicta a los temas ecológicos, pero creo que aguanta hacer este esfuercito por el planeta y apoyar una idea de nuestros amigos alemanes.
La Fundación Nike ha lanzado su nueva iniciativa llamada “Girl Power” o el Poder de la Niñas, y he de aceptar que estoy fascinada con ella. Ya habíamos visto a Nike hablándole a las mujeres sobre la necesidad de hacer deporte, pero esta vez la marca va más allá de lo aparente: Habla de la importancia de la educación en las niñas, porque al final ellas son las que van a lograr cambiar el destino de muchas generaciones.
http://www.girleffect.org es el sitio oficial de la campaña dónde se explica claramente cómo en las regiones pobres del mundo, el problema empieza con las niñas cuando tan solo tienen 12 años. Al no tener educación caen en problemas de salud tan graves como el VIH y no tienen oportunidades de tener una buena calidad de vida ni dársela a sus hijos porque el ciclo seguirá sucediendo intergerneracionalmente.
Esta vez, Nike no ha figurado en la iniciativa para darle más importancia al darle un toque gubernamental (desde su URL), pero es evidente que es un esfuerzo de marketing social. La marca ve un terreno del que nadie se ha apropiado y lo usa en pro de su imagen social y los resultados se ven: el consumidor ve a Nike como la tercer marca en Norteamérica que le da más importancia a las causas sociales. En primer lugar esta Pepsi y después Newsmans Own.
En la página web está todo la información al respecto y cómo podemos ayudar.
Es sencillo, es una idea básica… sí, pero requiere de mucha colaboración! Es la forma subversiva de dejar un mensaje diferente en el perfil de Facebook de alguien.
LetterBombing.com es el ataque del Director Creativo de BBDO NY, Jeff Greenspan, quien decidió crearlo como una forma de juego de colaboración que podría servir para alguno de sus clientes. La idea es publicar comentarios secuencialmente en el Muro de la víctima, se necesita tantas personas como nuevas letras tenga el mensaje que se quiera comunicar. De esta manera, al tener reservados los espacios, sólo se cambia foto del perfil por la letra indicada y el mensaje aparecerá inmediatamente.
Después de que la idea no tuvo mucho éxito entre los clientes, Greenspan decidió usarla para entretenerse un rato y retó a dos de sus colegas Chris Baker, y Daniel Adrain a que lograran publicar una frase completa en su Perfil y los invitaba a comer. Pero ellos no se quedaron con la broma interna y decidieron bombardear el perfil de personalidades públicas.
Así lo hicieron con Glenn Beeks, Fox News, Sarah Palin y Justin Bieber o hasta a políticos pidiendo reducir costos de servicios públicos o apoyar nociones a favor de una causa.
Este fue uno de sus primeros bombardeos:
Sólo es que bajen las letras de la página web, se reúnan con algunos amigos, unos vinos, algo para picar y puede ser interesante. No se les niega que puede ser muy «geek» pero todos tenemos un poco de eso.
Coincidencialmente con mi anterior entrada, pero sin pretender tomar ninguna posición, me encontré con este movimiento llamado Offlining y quiero compartirlo con ustedes.
http://www.offlininginc.com/ soporta un movimiento creado por dos neoyorkinos: Mark DiMassimo & Eric Yaverbaum, quienes invitan a la humanidad a apagar sus celulares durante diez comidas antes de la celebración del Día de Acción de Gracias. Este día, podran dar gracias por las personas que tienen a su arededor y a quienes conocen mejor y han compartido mejores momentos de calidad sin estar pegados a algún aparato.
DiMassimo y Yaverbaum crecieron rodeados por los grandes influenciadotes de los grandes inventos tecnológicos de la actualidad y ahora quieren invitar a la humanidad a reflexionar sobre el tiempo consumido enfrente de una pantalla.
Siendo mercadólogos, no pretenden ser anti-tecnológicos o fundamentalistas; sólo recuerdan las palabras de uno de sus padres: “Inventamos la tecnología para ser nuestro sirviente, no nuestro maestro”. Por esto, sólo creen que es el momento de devolverle a la humanidad su puesto de predominancia.
Es lograr disfrutar los beneficios tecnológicos pero cuando logremos apagar el botón de nuestros aparatos porque ya no dependemos de ellos. Aquí puedo aplicar una frase que oí hace ya algunos años y que he aplicado a mi vida sentimental, pero que cuadra perfectamente en este caso: Estamos preparados para usar la tecnología, sólo cuando ya no la necesitemos de manera dependiente sino que queramos estar con ella por elección propia. (aguanta el símil, ¿no?)
Y si lo pensamos, es cierto, vivimos pegados a un aparato, a una pantalla y nos la pasamos haciendo múltiples tareas al tiempo y no siempre es para ser más productivos en nuestro trabajo. Nos volvemos impacientes cuando no llega un correo, queremos todo como la inmediatez del Internet, olvidamos cosas porque siempre un aparato nos las recuerda (¿cuántos nos sabemos de memoria el número del celular de nuestro mejor amigo, novio o hasta mamá?) y es evidente que Facebook nos hace más egocentristas al final del cuento. Hemos cambiado nuestra forma de ser, quiénes somos y la forma cómo nos relacionamos con la tecnología tiene mucho que ver.
Al final no es sino hacer el ejercicio de limitar un poco el número de veces que revisamos el correo electrónico y apagar el celular de cuando en vez. Yo dedico mi vida a venderle a la gente que debe hacer clic aquí, invitar a sus amigos a ver un video y mandarlo a todo el mundo, twittear el mayor número de veces mi marca para ganar….. Eso es mercadeo digital. Pero una cosa muy distinta es la relación que cada persona ha creado con sus aparatos tecnológicos y su dependencia con ellos. Me pregunto qué tanto tiempo estamos dejando de vivir en la realidad por vivir en una pantalla. Yo lo sé. Me lo pregunto y me preocupa.
Yo ya le aposté al pequeño reto de las diez comidas antes de noviembre, busquen la sección en la página e inscríbanse en el reto que ya 10,777 personas lo hicieron.
Ritchel habla sobre lo que él ha denominado La invasión de las pantallas y su efecto en el cerebro humano. Es decir, la actual dependencia de algunos de nosotros a estar conectados a una pantalla, ya bien sea el teléfono, ipad o nuestro portátil. Efecto que está cambiando nuestra relación con el mundo que nos rodea y cómo nos relacionamos con la gente. He aquí algunos hallazgos.
Estamos consumiendo tres veces más información que lo que se consumía en 1960 , en promedio las personas consultan cuarenta sitios al día y en una hora se cambia de aplicación o programa unas treinta y seís veces. Pero, ¿qué esta pasando con esta información? Mantenemos nuestra mente ocupada consumiendo y consumiendo que no le estamos dejando espacio para asimilar, analizar esta información. En momentos tan aburridos como ir en el transporte publico, esperando donde el dentista o haciendo fila, es que el cerebro aprovecha para crear, y no lo estamos dejando porque de una nos pegamos a una pantalla.
La mejor analogía que hace el periodista con respecto a la tecnología es la comida. La necesitamos para vivir, existen distintos tipos de alimentos (los saludables que nos dan los nutrientes necesarios y la comida chatarra), y su consumo excesivo nos puede traer enfermedades y hasta adicciones. Existe un delgado límite entre lo que nos ayuda a ser más productivos y lo que nos distrae de este foco.
Un estudio de la Universidad de California, ha demostrado cómo estar conectado al correo electrónico produce estrés. No sólo su constante interrupción a nuestras labores, sino la necesidad de tener que responderlos inmediatamente. Así mismo, nos quejamos de tener que estar conectados y lo típico es la excusa de que “me toca estar pendiente de mi correo por mi trabajo”, pero al final también se ha demostrado que nos fascina esa sensación de riesgo, de peligro, qué me habrá llegado?
Sobre las multitareas, les cuento que está comprobado que nuestro cerebro sólo puede procesar una tarea a la vez, entonces podemos jugar a cambiar a través de distintas tareas, pero sólo podemos estar haciendo una. Así mismo, al contrario de lo que se pensaría que quien hace varias cosas a la vez, está desarrollando o utilizando más porcentaje de su cerebro, podría estar perdiendo la capacidad de enfocarse en sus tareas. Nooo, me acordé del Inspector Gadget, ¿seremos así de mensos al tratar de hacer tantas cosas al tiempo?
La conclusión de Matt Richel es que definitivamente algo está cambiando en nuestro cerebro cuando estamos pasando tanto tiempo en frente de las pantallas consumiendo información. No se ha demostrado científicamente pero nuestro comportamiento nos alerta que algo nos está cambiando.
Que si utilizamos la tecnología para distraernos o para ser más productivos, ya depende de nosotros, pero sí es bueno ponerle atención a esta situación. Yo sólo sé que aún sin trabajo y con presupuesto de estudiante tercermundista, quiero un mejor teléfono móvil para navegar todo el tiempo. ¿Me hará más productiva? Lo dudo mucho.
El Manifiesto Clue Train fue creado en 1999 por Rick Levine, Christopher Locke, Doc Searls y David Weinberger y en el 2000 publicado como libro por Perseus Books. Consta de 95 tesis organizadas de cómo la llegada de un medio como Internet cambió la manera de hacer negocios para siempre. Ahora tenemos a un consumidor que es más astuto e inteligente que las mismas empresas o marcas.
No he visto el libro físico ni lo he leido, solo he leido detenidamente sus tesis y quiero compartir con ustedes algunas para que queden antojados y entren al sitio web a leerse las demás o hasta se aventuren a comprar el libro. Por cierto, me fascina el nivel de sarcasmo que hay en muchas de ellas.
• Los mercados son conversaciones.
• La gente se reconoce como tal por el sonido de esta voz.
• Los hiper-enlaces socavan a las jerarquías.
• Las personas que participan en estos mercados interconectados han descubierto que pueden obtener mucha mejor información y soporte entre si mismos que de los vendedores. Ya basta de la retórica corporativa acerca de añadir valor a productos de consumo general.
• Las compañías que no se dan cuenta que sus mercados ahora están interconectados persona-a-persona, y por consecuencia volviéndose más inteligentes y profúndamente unidos en conversación, están perdiendo su mejor oportunidad.
• Las empresas ahora pueden comunicarse con sus mercados directamente. Esta podría ser su última oportunidad si la desperdician.
• Las compañías deben darse cuenta que sus clientes se ríen frecuentemente. De ellas.
• Las empresas necesitan “alivianarse” y tomarse menos seriamente. Necesitan tener sentido del humor.
• Tener sentido de humor no significa poner chistes en el Web corporativo. Requiere tener valores, un poco de humildad, honestidad y un punto de vista sincero.
• La mayoría de los planes de mercadeo se basan en el temor de que el mercado pueda enterarse de lo que realmente sucede dentro de la compañía.
• Ya lo dijo Elvis Presley: “No podemos seguir juntos si sospechamos mutuamente.”
• La comunidad del diálogo es el mercado.
• Las compañías que no pertenecen a una comunidad de diálogo, morirán.
• Hoy en día, el organigrama está hiperenlazado, no jerarquizado. El respeto al conocimiento práctico resulta más importante que la autoridad abstracta.
Estamos en Facebook, Twitter, pasamos a delicious a ver qué nuevas páginas han tageado nuestos amigos o conocidos, nos vamos a YouTube a buscar un videito chévere, mandamos links a nuestros contactos; tenemos que buscar un hotel para nuestras próximas vacaciones y más allá de buscar en el ranking de hoteles, buscamos la opinión de otras personas en la web. Publicamos en nuestro estado de Facebook si alguien conoce un buen hotel…. bueno, y también vamos a Google.
¿Qué está pasando? Así como Google cambió nuestra experiencia de búsqueda en la web, las Redes Sociales también lo están haciendo. Twitter nos da la opción de una búsqueda en tiempo real de los sucesos y Facebook casi la elimina porque el contenido de nuestro interés, nos encuentra a nosotros: Vemos lo que nuestros pares han compartido y, siguiendo la teoría de ¨dime con quién andas y te diré quién eres¨, es lo que uno también estaba interesado en ver.
De esta manera, debemos seguir teniendo presente estrategias de SEO (Search Engine Optmization) pero también las de SMO (Social Media Optimization). Es decir, la localización de contenido a través de los contactos sociales. La información de nuestra marca ya no sólo debe estar en nuestra página, sino en las Redes Sociales porque ahí es donde nuestro público objetivo se está conectando con sus amigos o conocidos.
No es sino remitirnos a la ahora conocida Teoría de los 6 Grados de Separación, para darnos cuenta que no sólo este mundo es un pañuelo sino que si todos estamos conectados entre sí y esa va a ser nuestra mayor herramienta de posicionamiento para nuestra marca.
El consumidor ya no nos deberá buscar, debemos encontrarlo a través de sus contactos y hacer que hable de nosotros.
Siguiendo el último post de Vacacion y su reflexión sobre las estrategias en Redes Sociales, estuve en un webinar de eMarketer sobre este tema y creo que nos puede dar algunas respuestas de qué carajos está pasando por la cabeza de nuestros clientes cuando nos dicen que cualquiera puede hacer este tipo de desarrollo.
No es cinismo, no es descaro, al final es sólo miedo e ignorancia. A partir de un estudio realizado por eMarketer en Estados Unidos, un 80% de los Gerentes de Marca no han entendido cómo manejar las Redes Sociales para comunicarse con sus consumidores y por eso siguen esperando que las agencias les den un precio por cada consumidor contactado para poder entender el Retorno de Inversión sobre este medio. Y lo peor es que tambien las agencias se unen a sus clientes al confesar que no saben por dónde empezar una estrategia en Redes Sociales.
Lo primero que se le debe decir al cliente es que los resultados de una estrategia de este tipo no son cuantitativos. En la actualidad con herramientas gratis como Goggle Analytics, Youtube Analytics o Facebook Stream Search, podemos tener gran cantidad de información a la mano, pero la verdadera medición de Redes Sociales debe ser cualitativa. El retorno de inversión no es ventas, no son hits; es lealtad, es un usuario que defiende la marca en una red social o que la refiere a sus amigos sin estar obteniendo un peso a cambio.
Es lograr una relación a largo plazo. Es como hacer amigos, tal cual. Primero hay que darse a conocer (awareness), después generar una conversación (interacción) y con el pasar de los años veremos ese retorno de inversión. No es un medio de comunicación, es casi que hacer una estrategia de mercadeo social. No se trata de cuántos amigos tengas, sino de tener los indicados.
Las Redes Sociales ya están saliendo de su adolescencia y ya es hora de que empiecen a madurar y a dar resultados, y los darán, pero para esto debemos dejar de creer en los hits que no es más sino cómo How Idiots Track Success y empezar a buscar formas y mecanismos para entender esa interacción de nuestros consumidores con la marca.
Todos los días, aproximadamente 2.5 millones de londinenses (fuente Wikipedia) utilizan los servicios del metro en Londres. Cifra que podría ser muy atractiva para cualquier publicista o gerente de mercadeo como punto de contacto con determinada marca. Pero existe un pequeño inconveniente: El comportamiento del consumidor cuando está dentro del metro. Tenemos a un consumidor que va de prisa, ensimismado pensado en sus asuntos, por lo general, leyendo su propio libro o pegado a los audífonos de su iPod; es un consumidor que no está atento a ningún tipo de estimulo del exterior, es un consumidor cero receptivo a cualquier tipo de publicidad.
En medio de este panorama, nace hace ya 11 años, “Metro” un diario gratis que circula en el metro de Londres y de las principales ciudades aledañas. En la mañana ya se sabe que en las entradas de las estaciones habrá un mueble con periódicos para el día o muchas veces también se tiene una especie de impulsador que hace que uno no tenga que ni parar a recoger su ejemplar porque éste llegará directamente a sus manos.
En el Metro no encontrarán grandes análisis noticiosos, nop, se encuentran reseñas rápidas de los hechos, sólo para mantener informada a la audiencia de lo que pasa tanto a nivel nacional como internacional. Muchas personas dicen que este periódico no es crítico, no es relevante en sus noticias, pero ese es precisamente su objetivo: Dar hechos relevantes de las principales noticias porque está planeado para ser leído en 20 minutos, el recorrido promedio de los londinenses en el subterráneo.
Todavía me acuerdo que cuando llegué a Londres pensé que encontraría en el metro un escenario completo de nuevas propuestas publicitarias; y no ha sido así. Tenemos avisos en sus paredes, algunos con algo de movimiento y hasta animaciones cortas. Dentro de los trenes también hay pequeños afiches. De resto, tenemos un periódico que todos los visitantes esperan cada mañana y aunque no es la maravilla, es el medio de comunicación que se ha apoderado del metro. Seis meses después, habiendo caminado por sus instalaciones, por lo menos dos veces al día, me doy cuenta que aunque hay mucho por hacer, el recorrido no es fácil porque es un espacio en el que aunque todos pensemos que el consumidor está sin hacer nada, está precisamente en un limbo en el que es difícil de entrar.
Por ahora, seguiré viendo a los londinenses sentarse a leer “Metro” durante su recorrido en el metro hacia su trabajo o lugar de estudio y será entretenido seguir viendo cómo pasa de mano en mano porque cuando alguien termina su lectura no han pasado dos segundos para que alguien ya esté solicitando leerlo.
Normalmente cuando se tiene el reto de hacer una campaña social, se recurre a mensajes que muestran las implicaciones negativas o el peor resultado final posible. Muchas veces se necesita un mensaje que genere un choque, que transmita miedo, que incite al receptor a reaccionar y cambiar su conducta.
En Londres se ha visto que muchos de los casos de violación han sido cuando las víctimas están bajo efectos de alguna droga que no recuerdan haber consumido. De esta manera, se reconoció la necesidad de comunicar a las personas que cuando salen de fiesta, no dejen sus bebidas desatendidas porque es riesgoso. Pero esta vez, la agencia TBWA London, no recurrió a mensajes o imágenes fatalistas, sólo probó su punto de la manera más ‘inglesa” posible: delicadamente pero directo al punto.
La iniciativa se hizo en distintos pubs de la ciudad en donde se pusieron pequeñas sombrillas de cocktail en los vasos desatendidos que no sólo comunicaban el mensaje deseado, sino lo probaban por completo.
Y esta fue la pieza ganadora de la campaña:
La página es un desastre, bueno, seguro no había mucho presupuesto. Así que ni siquiera la voy a poner en esta entrada. Pero esa será la lucha de otra agencia para convencer a su cliente.
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