Con el tema de las comunidades, de los blogs, de los microblogs, del ruído de Twitter, Facebook, Flickr, YouTube, Vimeo, de lo que hizo y no hizo Buzz, uno se alcanza a congestionar y sentir agobiado. Más aún cuando muchas de las grandes verdades que uno ha venido escuchando resultan siendo apenas consejos o sugerencias. Y si a uno lo logran embaucar no imagino que podrán estar haciendo con nuestros clientes potenciales.
Bueno, no se. Esta entrada es para dar a conocer una nueva comunidad. No la miro con ojos de desarrollador, trato de no hacerla con ojos de diseñador, la miro con ojos de aficionado al fútbol porque sí, es una comunidad alrededor del deporte rey, del juego más popular en el mundo y del cual soy fiel seguidor: El Fútbol.
Se llama Hattrick. La dirección donde lo pueden encontrar es Hattrick.org y se trata de una comunidad sencilla donde uno puede tener la experiencia completa de un club de fútbol. Cuando digo completa es porque más o menos uno es el presidente del equipo, contrata todo el personal, asiste a los partidos, motiva a los mayores, patrocina las juveniles, da instrucciones al entrenador para que meta o saque un jugador e incluso si el entrenador no lo escucha puede ser reemplazardo por el que uno quiera en un mercado de opciones internacional.
La cuestión puede llegar a ser engorrosa para los que no les interese el fútbol pero incluso el tutorial es súper divertido. Uno recibe $50.000 dólares para armar su equipo, debe ponerle nombre, crear un estadio, adecuarlo, nombrar un técnico cuadrar la alineación y jugar un amistoso todo mediante retos sencillos.
Después del tutorial y del primer partido amistoso uno le va cogiendo el tiro y empieza a maniobrar estrategicamente el equipo. Ya los veinte jugadores iniciales no son lo que uno espera, entonces toca entrenarlos de cierta forma, el 4-4-2 es demasiado convencional entonces porqué no arriesgare y ser más ofensivo con un 4-3-3 o darse cuenta que nos están goliando entonces debemos ser más precavidos con un 5-4-1. En fin las posibilidades son bastante amplias.
Traigo a colación esta comunidad sueca por varias razones. Una, ya lo dije, es mi emotividad por el fútbol; dos, está muy bien hecha e incluso cuando se sobrecarga de visitantes se siente que el desarrollo de la plataforma está muy bien logrado; tres, está todo por hacer, los desarrollos, los trabajos de pauta, mercadeo y los mismos usuarios están vírgenes. Aunque la aplicación tiene su buen tiempo al aire, ha mantenido un bajo perfil que se ha venido levantando y ya tiene un movimiento fuerte en Argentina, Brasil y Venezuela.
Y ahora que se viene el mundial, no estaría mal investigar un plan de medios dentro de esta plataforma, ¿cierto?
En fin, si se animan podemos cuadrar un amistoso un día de estos. Mi equipo se llama “Deportivo Independiente de La Vacacion”.
Estaba trabajando y me llegó un correo extracurricular que me llamó la atención (en otras palabras me llegó un correo spam y me divertí leyéndolo) porque hace poco estuve navegando el sitio oficial de Criterion Collection y me suscribí a una comunidad, TheAuteurs.com, que en principio se veía como de cinéfilos y ya.
El tema es el fenómeno de la cinemateca enLínea y el gran cambio que eso puede generar en los cinéfilos y, en general, en la cultura audiovisual.
Que lo disfruten.
www.theauteurs.com
El fin del DVD
Por Jesse Tangen-Mills
Bogotá
‘Auteurs’ es un vocablo francés, pero aparece en el Oxford Dictionary, el diccionario canónico de la lengua inglesa. Se utiliza en inglés para designar al “visionario creativo detrás de una obra, o más exactamente, de una película”. Y The Auteurs, así, en plural, es el nombre con el que se ha bautizado uno de los más revolucionarios sitios web del año. Una especie de sala de teatro portátil (si usted tiene un laptop), para ver todo el gran cine de autor del mundo.
Es cierto que a comienzos del siglo XXI, empresas masivas como Blockbuster empezaron a ofrecer un servicio de internet con una selección de miles de películas, todas disponibles en unos segundos –o, como ellos dicen, en un clic–. Pero esta oferta nunca ha estado disponible fuera de Estados Unidos. Aún si lo estuviera, la verdad es que la mayoría de las películas que se puede bajar de estas páginas web tan comerciales pertenece al archiconocido y architrajinado circuito del star system de Hollywood. ¿Otra de Julia Roberts? ¿De George Clooney? ¿De los dos juntos? Para eso están los domingos por la noche en la ciudad.
The Auteurs es una revolucionaria red social de cine que ofrece su biblioteca de nuevas películas de cine-arte a todos los países del mundo. Y además de ofrecer una riquísima selección de cine-arte contemporáneo, también promueve una red social completa con perfiles, fotos y blogs. Dado el contexto, añade una dimensión nueva al ejercicio de ver películas, sobre todo si consideramos lo impersonal que es una sala de cine: los espectadores aislados en la oscuridad, todos concentrados en la pantalla que muestra actores que ni nos escuchan ni saben de nuestra existencia. Ahora, ese solitario ejercicio se puede convertir, si se quiere, en algo tan gregario, trivial e interactivo como un chat.
Claro, ha habido festivales de cine durante muchos años, pero estaban reservados para quienes participaban y, en algunos casos (más recientes), para los espectadores. Hasta en estos festivales es difícil imaginarse haciendo amigos en la cola para ver una película.
De origen turco, el dueño de The Auteurs, Efe Cakarel, explica cómo se le ocurrió la idea. “En el 2007 estaba en Tokio solo, con un laptop con banda ancha, y quería ver una película. Específicamente, quería ver The mood for love, de Wong Kar Wai, y me sorprendió comprobar que no podía verla online; de hecho, había muy pocas películas buenas online”. Este fue el punto de partida: ese día decidió que crearía una cinemateca global ideal en la red.
En esa época, Efe trabajaba para Goldman Sachs, una de las empresas de inversiones más grandes del mundo, cuna de los yuppies de los años noventa: Impensable entrar a Goldman Sachs en los noventa si no se llevaba encima un traje de Ferragamo y una corbata de Armani. Como es obvio, sus empelados no conforman el típico perfil del cinéfilo. Pero las ideas innovadoras de Cakarel tal vez sí reflejen su formación de corte empresarial y su buen instinto para los negocios.
Por ejemplo, Cakarel logró firmar una asociación interesante con Facebook y se convirtió así en el primer programador que mostraba videos en esa red.
Los clientes de Theauteurs.com son ideales para una empresa advenediza: expertos cineastas, productores y aficionados cultos y, en su mayoría, jóvenes y adinerados. Gracias a esa sofisticación de sus miembros, y a su apasionada erudición sobre el mundo del cine, la página de The Auteurs ha tenido un incremento constante de usuarios, que suben artículos, discusiones y debates sobre las películas que ven. Por ejemplo, antes del Festival de Cine en Toronto The Auteurs ya había publicado, con dos meses de anticipación, reseñas de todas las películas que se iban a estrenar. Entre los comentarios uno se topa con entradas como esta: “Voy a estar en el festival de Toronto del 10 al 17. Si alguien más va a estar, mándeme un mensaje”. El miembro también puede entrar a foros creados por miembros sobre los festivales. El foro sobre Toronto incluye listas de las mejores películas del festival, presumiblemente escritas por espectadores de otros festivales que ya han visto algunas de ellas.
Además de foros y comentarios, los miembros reciben un artículo diario. Pero no son los artículos típicos que nos hemos acostumbrado a recibir de la industria cultural, que se leen como notas de prensa tan omnipresentes ahora como el spam; estos artículos son eruditos y astutos. En uno sobre las dos nuevas películas del director alemán Werner Herzog se emplea el concepto de díptico para interpretar la decisión de Herzog de estrenar dos películas a la vez.
En contraste con otros servicios de video en internet, The Auteurs funciona bien en Colombia, gracias a una tecnología que se llama “geo-focalización”, que reconoce la ubicación de cada país desde donde se entra a la red y verifica si se tienen los derechos para ese país. Por ahora no todas las películas están disponibles en Latinoamérica, pero The Auteurs, en cooperación con el millonario argentino Eduardo Costantini, de Costa Films, está en el proceso de conseguir los permisos necesarios para mostrar cualquier película para que los suscriptores puedan cumplir el sueño de tener una cinemateca global.
Por seis dólares al mes The Auteurs ofrece toda su base de datos de películas. Por dos dólares por película en el plan limitado. Convertido a pesos no es tan caro. Es el doble de lo que cuestan las películas de cine-arte piratas en la calle (más o menos un dólar), pero no más que el Festival de Cine de Bogotá, que cobra casi cinco dólares por entrar a verla. The Auteurs también ofrece películas gratis, entre ellas Ver Berlin, 24 horas, el episodio de televisión más largo jamás grabado –en tiempo real–.
Cuando Efe Cakarel describe el mundo del cine en Estambul, suena muy parecido a Bogotá, o a tantas ciudades del mundo: “Hay salas multiplex con los últimos estrenos de Hollywood, y unas pocas salas de cine-arte frecuentadas por un puñado de cinéfilos”. Tal vez innovaciones como The Auteurs conectarán a esa gran minoría y veremos que no estamos tan solos. ¿Muy idealista? En las palabras del director Federico Fellini: “Hablar de sueños es hablar del cine”.
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