Quisiera decir que la filosofía de este sitio en referencia es mía pero no, MakeLoveNotPorn.com es una iniciativa de Cindy Gallop una británica que ejerce como relacionista pública que se creó un discurso bastante divertido y a la vez escueto sobre la premisa de que el “hardcore” es nuestro educador sexual actual.
De aquí en adelante parafraseo su discurso por lo que puede llegar a ser un poco rudo para alguno de ustedes y sin más descaro que el mismo que se puede tener cuando se habla de porno me dispongo a contarles la idea.
Hace unos años atrás, se les preguntaba a niños preescolares de donde venía la leche, el pan y los huevos (aún no hablo de porno) y los niños en su inmensa ingenuidad y grandiosa hermenéutica decían: El Supermercado. Con gracia disfrutábamos del desacierto y no podíamos más que disfrutarlo. Hoy en día esos mismos niños han crecido y de la misma forma han ido anudando discursos que llegan a desaciertos muchísimo más graves. Gallop afirma que mientras más abierta la sociedad frente al sexo, los padres son más reticentes a hablar del tema tranquilamente y que mientras más se esconde el adulto en su vergüenza de penes y vaginas, el joven se refugia en el que verdaderamente lo está educando: El internet y su compañero de viaje El Hardcore Porn Sex.
Por mucho que nos guste a muchos el porno de categoría hardcore o por mucho que restrinjamos el acceso a su primo distante el porno softcore, estamos viviendo momentos del internet donde cada vez es más fácil y más gratuito el porno por internet. Entonces, si a eso se le suma que cada vez son más jóvenes los que navegan este tipo de material tenemos cómo resultado una generación entera que se está educando con pornito en casa.
Y el tema es bastante complicado cuando en una joven pareja el joven quiere eyacular en la cara de su novia, ella no quiere que le eyaculen en la cara pero como el hardcore es una especie de totem que afirma que si dos personas están enamoradas es permitido eyacularse en la cara, que por lo mismo ella debe permitir que le eyaculen la cara y pretender que le gusta.
Bueno Gallop acaba de sacar una campaña en internet sustentando un sitio que hace un pequeño balance entre el porno y la vida real, un experimento bastante divertido que permite discernir de manera descarada entre lo pornográfico y lo real.
Traigo a colación este sitio, porque no se trata de qué está bien o que está mal en sexo, tampoco es una campaña en contra del porno (Gallop, al igual que yo, no está en contra del pornito) es más un abrir los ojos a este mosntruo que tenemos al lado y que muchos no se han dado cuenta de sus dimensiones, a nivel de penetración… de mercado, a nivel de nuevas tendencias, de importancia como canal masivo de comunicación y sobretodo como fuente de educación tácita y expresa de nuestros más pequeños.
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